SUOYEM PARANÁ: Atentado contra un dirigente en medio de una interna gremial

Con una bomba molotov provocaron el atentado e incendio del utilitario del dirigente Mariano Altamirano, del Suoyem. Sospechan del sector que lidera Palacios.

El incendio de un vehículo en el barrio Paraná XX, fue el último y más violento capítulo de una interna sindical que se desarrolla en el gremio de los empleados municipales, Suoyem. El dueño de la Renault Kangoo que sufrió el atentado con una bomba molotov es Mariano Altamirano, dirigente y secretario adjunto del sindicato. Tras la muerte del secretario general, Jorge Brocado, él asegura que debería asumir como la cabeza de la entidad, pero el sector opositor liderado por Osvaldo Pacha Palacios (que no es empleado municipal) pretende expulsarlo para hacerse de la conducción.

El hecho sucedió ayer a la madrugada, en calles Garcilazo y El Temple Argentino, donde el vehículo se encontraba estacionado. La explosión y el incendio causaron daños casi totales en el utilitario y provocaron zozobra en los vecinos del barrio que salieron a ver lo que sucedía.

La comisaría 12° y la División Robos y Hurtos intervinieron para recabar indicios que permitan esclarecer el suceso.

Altamirano habló con UNO y dio su versión de los hechos.

“Por la muerte de Jorge Brocado, por corrimiento natural y legal yo tendría que haber asumido como secretario general, porque yo tengo el cargo de secretario adjunto. Entonces ellos se oponen, me arman papeles falsos y no me dejan llegar al cargo, pero todavía el Ministerio de Trabajo de la Nación no ha decidido nada”.

Luego siguió un pleito en torno a los fondos que maneja el sindicato. Es una suma que ronda el millón y medio de pesos por mes que la Municipalidad deposita en la cuenta del Suoyem del banco Bersa, en concepto de aportes sindicales de los casi 3.000 afiliados del gremio.

Altamirano notificó al banco de la situación del gremio para que congelen las cuentas. Pero luego cayeron a la entidad financiera integrantes de la otra facción del sindicato, presentando como nuevos titular a un vocal suplente, con el secretario de finanzas. Según cuenta Altamirano, un gerente decidió abrirles nuevamente la cuenta bancaria. Por esto, el secretario adjunto volvió al Bersa y se quejó de esta situación ante sus responsables, ya que el Ministerio de Trabajo no emitió ninguna certificación. Luego Altamirano se dirigió al Municipio para que, con los mismos fundamentos, las autoridades no reciban a nadie para ninguna reunión de paritarias.

El damnificado por el atentado contra su vehículo aseguró que el dinero que ingresa a la cuenta del Suoyem “así como ingresa, se hace humo, sin saber el destino de esa plata”.

El siguiente episodio fue el martes, cuando Altamirano recibió la visita en su casa de un escribano, acompañado por un grupo de la facción opositora del sindicato. Con un documento lo “invitaban” a que retire la notificación que había hecho en el banco.

Luego, en la línea de tiempo explicada por el dirigente, sucedió que tras una reunión de la Federación que agrupa los sindicatos municipales del país, con el Ministerio de Trabajo, la cartera resolvió la “normalización” del Suoyem, por lo que se debería convocar a elecciones. Esta noticia fue divulgada por Altamirano, quien horas después sufrió el atentado. “Oh casualidad que anoche mi auto estacionada se chocó una molotov”, ironizó el dirigente.

Luego de este episodio, en un comunicado suspicaz, quienes hoy manejan el Suoyem repudiaron el “grave acontecimiento” en perjuicio de “un exintegrante de la Comisión Directiva”.

Expresan sus solidaridad y al mismo tiempo solicitaron “cautela con las acusaciones ya que todos tenemos una familia, por lo que no se puede acusar por acusar a cualquier persona”. Y agregaron: “Esperamos que estos hechos de vandalismo se aclaren lo antes posible y rechazamos cualquier tipo de vinculación con lo sucedido.”.

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