Rosario Romero y su eterno zigzagueo

Rosario Romero volvió a dar una muestra de su conocida habilidad para esquivar definiciones. Esta vez, la intendenta de Paraná organizó una charla con Juan Schiaretti, un acto que dejó más preguntas que respuestas sobre sus intenciones políticas. Mientras unos interpretan el evento como un acercamiento a sectores del PJ más alejados del kirchnerismo, otros lo ven como una nueva maniobra calculada para seguir sin definirse, en su característico estilo de estar en todos lados sin comprometerse con nadie.

Rosario Romero no solo trajo a Schiaretti, un referente de «la tercera posición» que critica tanto al kirchnerismo como al actual oficialismo, sino que también puso en escena a figuras del bloque de Kueider, consolidando su imagen de malabarista política. El evento, revestido de académica neutralidad, parece más una jugada para mantener su relevancia sin necesidad de tomar riesgos.

Lo cierto es que Romero continúa con su eterno zigzagueo político, dejando abierta la incógnita de si en 2027 competirá dentro del PJ o intentará construir algo por fuera. Esta ambigüedad, que ya es marca registrada de su carrera, puede interpretarse como estrategia o simple indecisión, pero lo que queda claro es que, como siempre, Romero prefiere surfear la ola sin mojarse demasiado.

Mientras tanto, la intendenta juega a ser la interlocutora de todos, pero sigue sin dar garantías a nadie. Una postura cómoda, pero que en algún momento podría exigirle más que discursos y eventos cuidadosamente calculados. Por ahora, Romero sigue su camino con la maestría de quien esquiva compromisos mientras construye una imagen de dirigente seria y abierta.

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