Rosario Romero y la caida en las encuestas: el gasto millonario de la Fiesta del Mate y el descontento ciudadano

Paraná enfrenta un contexto de crisis con problemas estructurales que afectan a la vida cotidiana de sus habitantes: calles en mal estado, un tránsito caótico y, lo más grave, una crisis hídrica que deja barrios enteros sin agua durante días. Sin embargo, la prioridad de la gestión de Rosario Romero parece estar en otro lado: en la organización de eventos costosos y la contratación de encuestas que intentan construir una imagen política que no encuentra reflejo en la realidad.

La reciente edición de la Fiesta Nacional del Mate dejó un gasto estimado en 800 millones de pesos, según críticas que circularon en distintos sectores. Todo esto, mientras la ciudad enfrenta problemas básicos de infraestructura. El intento de comparar la fiesta con el Festival de Cosquín resulta, cuanto menos, un despropósito: Cosquín es un evento privado que se financia con su propia estructura comercial, mientras que en Paraná los fondos públicos sostienen una celebración que, más que un evento cultural, parece un lujo de gestión. Como si fuera el cumpleaños de 15 de un padre que tira la casa por la ventana y el lunes tiene que salir a pagar las cuentas.

Pero la extravagancia no termina ahí. Romero, que el año pasado aparecía entre los intendentes con mejor imagen en las encuestas de CB Consultora, ahora cae en el ranking de SBE, posicionándose novena entre los intendentes de capitales provinciales. Sin embargo, ni esa encuesta ni ninguna otra refleja el nivel de descontento ciudadano que se evidencia en las redes sociales. Los comentarios críticos sobre su gestión son una constante: el desastre del tránsito, la falta de agua, la desorganización en la administración y una percepción generalizada de que Romero representa la vieja política, con su «tufillo a casta» que tanto incomoda a los vecinos.

El problema de estas encuestas es que terminan funcionando como espejismos para la dirigencia política. Durante años, CB Consultora convenció al peronismo entrerriano de que la imagen de Bordet era suficiente para sostener el poder sin hacer nada. La realidad fue otra: en 2023, Rogelio Frigerio les arrebató la provincia. Ahora, Romero parece seguir el mismo camino, creyendo que con una encuesta y una fiesta puede maquillar una gestión que no da respuestas a los problemas cotidianos de los paranaenses.

Mientras la ciudad sigue sin soluciones concretas, la pregunta que queda es si la intendenta seguirá financiando encuestas y festivales o si, en algún momento, tomará nota de la realidad que la rodea.

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