El lunes 30 de noviembre el Tribunal de Juicio de Gualeguay, integrado por Alejandro Calleja, Alejandra Gómez y Mauricio Derudi, resolvió condenar al sacerdote Juan Diego Escobar Gaviria a la pena de 11 años de prisión por el delito de Promoción de la corrupción agravada por la condición de guardador. Esta condena de primera instancia se suma a la que se le impuso por cuatro casos de Promoción de la corrupción de menores reiterada agravada por la condición de guardador y Abuso sexual simple agravado por ser cometido por ministro de culto, que aún no está firme.
ALCANZA?
Milton Urrutia, defensor del cura, manifestó su disconformidad con la sentencia. En declaraciones a El Diario expresó que apelarán pero aclaró que la defensa focalizó sus esperanzas en la Sala Penal del Superior Tribunal de Justicia, de la que señaló que ya revocó parcialmente una condena que tenía Escobar Gaviria porque “sólo estaba el testimonio de la supuesta víctima y su mamá, pero no había cámara Gesell”. La defensa sostiene que “la clave es la Gesell y las periciales psicológicas y psiquiátricas, para establecer rasgos de personalidad de la supuesta víctima, si fabula, si es mendaz, si hay sintomatología de abuso, nunca la hicieron” y preguntó “¿cómo un juez puede quebrantar el principio de inocencia por dichos de una supuesta víctima y de testigos de oídas de lo que les contó la supuesta víctima? ¿alcanza para quebrar el principio de inocencia?” También recordó que las acusaciones se opusieron a que concurra al juicio el psicólogo que trató en dos oportunidades a la supuesta víctima, no obstante que aquellas lo propusieron.
Urrutia, que ejerce la defensa junto a Alejandra Pérez, explicó: “Queremos que quede claro, sólo por los dichos de una supuesta víctima y por testigos de oídas de lo que les contó aquella, pero nada de testigos que hayan visto algo, ¿puede alcanzar para una condena? Entonces quebramos la seguridad jurídica, mañana vienen a decir que Juan abusó de María y por el solo dicho de la supuesta víctima más un testigo de oídas al que la supuesta víctima le contó, listo, ya está condenado, sin ninguna otra prueba, evidencia en este caso que se hace prueba ante el Tribunal de Juicio ¿Dónde está la prueba técnica, que es fundamental?”.
PRUEBA
Urrutia señaló que el juez Mauricio Derudi, en un caso que se investiga en Lucas González por el supuesto abuso sexual de tres menores, “ordenó que se hiciera la Cámara Gesell, en este caso no, es muy contradictorio. Dice que es la prueba fundamental, de oro, (pero) en el caso de Escobar Gaviria no está, no hay psicólogos, no participó nadie”. En el citado caso, el juez ordenó la realización de la medida en una audiencia en la que la defensa pidió el cese de la prisión domiciliaria e instó el sobreseimiento, lo que le fue negado en ambos pedidos. No obstante, Urrutia manifestó: “Vamos a leer los argumentos, vemos que hay una contradicción en Derudi”.
CONFIANZA
Urrutia opinó que el saldo que le quedó de este proceso es que “no se puede confiar en la Justicia” y aclaró que “no en la Justicia, en los hombres de la Justicia”. El letrado manifestó que “esto es terrible, lo que pasa en la Justicia es terrible, porque un mismo juez tiene un criterio para un caso y aplica otro para un caso en el mismo sentido, esto es lo loco de la Justicia”. Urrutia entendió que “si a Escobar Gaviria lo hubiese juzgado un jurado, tal vez hubiera entendido más el jurado, los seres humanos comunes y corrientes, que estos hombres”. Así, insistió en que “la Gesell es la clave. Si voy a pedir una condena o una indemnización en un juzgado civil el juez va a decir ¿dónde está la cámara Gesell? ¿dónde están los daños? ¿cómo vamos a reparar los daños psicológicos si no tenemos una pericia?”, inquirió.
Tras manifestar su descreimiento en el sistema de Justicia opinó que “está bien que avance el juicio por jurados y este tipo de procesos debería ser sometido a un jurado, creo que la gente, la sociedad, el pueblo, la gente común va a tener más sentido común que cualquiera de los que están sentados en un tribunal y no les falto el respeto al tribunal, pero me llama la atención Derudi que para un caso insta al juez de Garantías y al fiscal a que hagan la prueba de la Cámara Gesell, los insta porque es la clave procesal, y en este caso no tienen nada y condenan. Respeto al tribunal, pero no se puede andar cambiando de criterio, tiene que ser uno para todos y máxime si viene de un mismo juez”.
EMBLEMÁTICO.
Urrutia evaluó que “el caso de Gaviria es un caso emblemático porque todos los curas condenados como él, inclusive la monja de Nogoyá, están libres, en sus casas con tobillera o libres, y Gaviria está preso. Esto tiene que hacerle ruido a la sociedad ¿por qué está preso? ¿Porque es colombiano? Estamos discriminando. Gaviria tendría que estar un su casa con una tobillera, pero dicen que se va a profugar”.
APOYATURA
Frente al cuestionamiento por la falta de las pruebas periciales, Urrutia sostuvo que “ahora, lo que tiene que tienen que hacer es despedir a todos los equipos técnicos de Tribunales, se ahorran mucho dinero, que no haya más Equipo Técnico Interdisciplinario, que no hagan más pericias psicológicas y psiquiátricas a las supuestas víctimas, se ahorran dinero y los jueces se erigen en psicólogos. Los jueces necesitan de la apoyatura de los técnicos, contador, arquitecto, médico, psicólogo, psiquiatra, si ello no son especialista en Medicina, son especialistas en leyes, eso es lo que hay que entender”.
SISTEMA
Urrutia opinó que la apoyatura de este fallo “es evitar la condena social” y añadió que “siempre, los únicos que se atreven a poner las cosas en su lugar el Superior Tribunal de Justicia, pero esto no puede seguir así, con jueces que no se atreven a fallar en el sentido en que dice la Ley, siento una gran decepción, no con el Tribunal sino con lo que pasa en el sistema, esa es la gran decepción. Da miedo tener un sistema así”.
Fuente: La Voz 90.1 – El Diario Paraná
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