POR CHELA CASTRO | MACRISTINISMO
Una trampa expuesta
Quienes luchamos por la democracia,creímos que era un sueño posible, a pesar de los costos políticos, sociales y humanos que costó obtenerla. No nos arrepentimos de ello. También supimos que nos iba a costar mucho sacrificio encontrar el camino del desarrollo para un país devastado por el autoritarismo y el mesianismo, pero también supimos que el camino iniciado en 1983 nos daba la oportunidad de lograrlo. El tiempo fue corriendo y, simultáneamente, fuimos aprendiendo que elegir nuestro propio destino como país no era solo participar el día de las elecciones con nuestro voto. La falta de gimnasia democrática hizo que unos pocos avivados instalaran socialmente que con “ ir , obligatoriamente, a votar” alcanzaba para crecer en democracia. Esta distorsión democrática, poco a poco, fue socavando los cimientos de las instituciones que tenían que ver con nuestros derechos y obligaciones, con nuestras necesidades y nuestras demandas que también fueron creciendo y transformándose al ritmo de la tecnología.
Las institución más dañada fue la educación , pero hoy comparte rango de desgaste con la justicia, el trabajo, la salud y la política, daño que ha llegado a conformar una conciencia colectiva acerca de que “todo vale” y empujó la naturalización de los más insólitos delitos como la corrupción y la violencia y a partir de allí, nos encontramos en medio de una sociedad, que en términos del científico Facundo Manes, está inmersa en una profunda depresión que no le permite ver el camino de salida.
En 2015 entendimos que era el tiempo del cambio y todo hacía pensar que una bocanada de aire fresco, lejos de los caudillismos políticos, lejos de las estructuras partidarias que absorbieron nuestra identidad ciudadana, lejos de la prepotencia del líder negativo, lejos del concepto mafioso de poder, asomaba a una Argentina ávida de cambios. Creímos y apoyamos esa onda para llegar a estos tiempos, a tomar conciencia de la trampa y ponernos a resguardo en nuestra propia decepción
2019 año de decisiones sobre nuestro futuro. Vemos en las sucesión de elecciones que se están realizando ,que verdaderamente , la sociedad no sabe cómo decidir y esto es palpable al ver cómo resuelven su voto según la influencia mediática y de intereses ajenos a sus necesidades: entre Macri o Cristina .No podemos ver que hemos sido objeto de una verdadera trampa de poder que se llama macristinismo, en la que tanto uno como el otro, juega su propio juego pero , al mismo tiempo ,construyeron un espacio de auto protección de si mismos y de los suyos.
El macricstinismo, es un espacio surgido de los sótanos del poder que está lejos del ciudadano y de su ilusión de un país mejor. Sin el macristinismo no se explica que hoy obliguen al ciudadano a votar por Macri o Cristina sin ningún pudor, no admiten internas , desconocen terceros espacios , se autoproclaman candidatos únicos y no importa si ella es candidata con pedidos de prisión , solamente en libertad porque le permitieron refugiarse en sus fueros, no importa si él no puede explicar la política de intereses personales, familiares y de amistad, no importa si crece la pobreza , no importa si la justicia no resuelve la situación de la ex presidente en el cúmulo de causas a pesar de que todos sus funcionarios estén presos. Es muy fácil pensar en el arreglo espurio que emerge para que la justicia no vaya a fondo en ninguno de los dos casos. Es notable ver la conveniencia de las partes de presentarse en la contienda electoral 2019 aunque el mundo les diga ese no es el camino para la Argentina.
Leer e interpretar las frases del macristinismo, nos permite encontrarnos con un contenido que es suficiente para darse cuenta de que hemos caído en una trampa de poder :
Somos el mejor equipo de los últimos 50 años , aunque no hayan corregido la inflación y hayan aumentado , vergonzosamente, los pobres
Votar al menos malo
“Sinceramente” no reconoce ninguna mala praxis
Entregar el bastón de mando es un acto de rendición
No se puede desaforar un legislador si no tiene causa firme
Entendemos lo mal que lo están pasando
Hay que aguantar
Precios cuidados, precios esenciales, precios congelados!
Entre otras cientos de expresiones que hemos escuchado en este último tiempo. Si a esto le agregamos que el Congreso no pudo aprobar ninguna de las leyes que pueden alentar el cambio cultural como: transformación educativa, reducción del gasto político, leyes laborales, leyes previsionales y fundamentalmente leyes electorales que abran el campo a las categorías independientes , es una brutal muestra de que no será posible sobreponerse al macristinismo a corto plazo.
Ante semejante panorama, los ciudadanos siguen pensando que la política es para unos pocos, que no leyendo, que no informándose, que no escuchando, todo se va a arreglar mientras el macristinismo desarrolla, ante la vista de todos, su más ambiciosa cuota de poder sin importarle el ciudadano ni el país, enriqueciendo a unos pocos y empobreciendo a una preocupante mayoría
Sólo un criterio solidario basado en la información, la participación y la generación de nuevos espacios de organización social, abrirá el camino de la esperanza , desactivará las iniciativas jóvenes de irse del país y terminará con espacios vacíos de contenido social y cargados de poder como el macristinismo.
Por Chela Castro.
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