Por: Dr Luis Marcelo Martinez MN 107982 – Médico Genetista. Magíster en Biología Molecular e Ingeniería Genética (Fundación Favaloro). Ver documentacion: CRONOLOGÍA TARGET VACUNA COVID-19
La vacuna génica de ARN contra el Coronavirus tendría asociado el riesgo de que esté ARN interfiera en la expresión o funcionamiento de ciertos genes del organismo y entre ellos el gen de una enzima (ACE2)que tiene fuerte relación con la fertilidad y la reproducción humana. Intentar introducir secuencias de información genética al genoma del ser humano implica la posibilidad de que ocurran daños fuera de previsibilidad y aparte de esto que sean transmitidos a la descendencia, asociando daños irreparables.
Por ahora se vienen planteando 3 tipos de vacunas:
1. Vacuna vectorizada que utiliza un virus (el adenovirus) para introducir ciertas secuencias génicas al genoma humano a partir de lo cual las células del organismo puedan producir proteínas virales y de esta manera estimular al sistema inmune
2. Luego están las vacunas génicas, estas contienen un material genético que es el ARN.
3. El tercer grupo de vacunas que se plantea son las vacunas a virus atenuados.
Las vacunas vectorizadas utilizan el adenovirus, modificado genéticamente, al que se le insertaría el gen que codifica para una proteína de SARS-CoV-2. Este adenovirus modificado podría replicarse en las células de la persona vacunada, para que se exprese la proteína del virus SARS-CoV-2 contra la cual se “montaría” la respuesta inmune y dar protección al individuo contra el virus. No hay certezas de que este proceso posibilite, dentro de marcos esperados, tal respuesta inmune, y mucho menos garantizar que éstas secuencias no se inserten en zonas críticas del genoma en forma definitiva y/o desencadenar eventos inflamatorios mayores.
Se basan en lo que es la teoría de la terapia génica, planteando un mecanismo para curar enfermedades genéticas, a partir del reemplazo de genes alterados por genes normales, utilizando vectores virales. Se habló mucho de la terapia génica aplicada a la cura, por ejemplo, de un síndrome genético (fibrosis quística), esto no ha funcionado, y hoy por hoy ninguna enfermedad genética tiene cura mediante la metodología de terapia génica. La base científica sobre la cual se plantea la eficacia de esta vacuna en particular no es sólida por el hecho de que los antecedentes no son favorables ni exitosos.
Por otro lado intentar introducir secuencias de información genética ajenas al genoma humano implica la posibilidad de que ocurran daños fuera de previsibilidad, y que sean transmitidos a la descendencia.
El segundo grupo, vacunas génicas, plantean el uso de ARN para que las propias células de la persona produzcan la proteína viral contra la cual el cuerpo desarrolle inmunidad posteriormente. El riesgo que plantean es que este ARN interfiera en la expresión del gen de la enzima ACE2 (51 veces más presente en testículo que en pulmón) mediante lo que se denomina “silenciamiento génico ARN mediado”.
Esta enzima (ACE2) ha sido establecida como la principal “puerta de entrada” de los virus SARS al organismo humano a partir de una publicación del año 2003, en la revista Nature. En dicho artículo científico se plantea el vínculo mediante un relato experimental incompleto y poco creible, considerando lo que hasta ese momento se sabía sobre la expresión testicular de ACE2 en los ámbitos de la genética molecular (“Angiotensin-conerting enzyme 2 is a functional receptor for the SARS coronavirus”, LI, 2003).
El tercer grupo las vacunas, con virus inactivados, virus atenuados, o subunidades proteicas del virus, podrían ser planteadas como una mejor alternativa en tanto y en cuanto tengamos un virus aislado, purificado y caracterizado. No digo que el virus se aisló o no se aisló, pero lo que sí digo es que el relato científico desde el mes de enero de 2020 a la fecha ha sido ambiguo, inespecífico e incompleto con respecto a la descripción de un aislamiento viral, entonces, para desarrollar una vacuna con virus atenuados o partículas virales obligatoriamente debemos partir de cultivos virales completos, exitosos, y posibles de replicar en laboratorios del mundo.
No hay estudios previos de seguridad y eficacia a nivel poblacional para esta nueva generación de vacunas (vectorizadas y génicas), a lo cual debemos sumar que en la historia del desarrollo de vacunas y fármacos se necesitan años.
Nunca en mi vida profesional creí que iba a llegar un momento en el cual se planteen este tipo de cuestiones. Desde mi punto de vista es un absurdo, porque nada justifica que el genoma del ser humano sea manipulado a escala masiva, nada justifica semejante acción, porque se está poniendo en riesgo a la especie humana completa.
Es un experimento de transgénesis, como se ha venido realizando en animales y plantas, dentro de lo que es el desarrollo de la biotecnología, relacionado con los conocidos organismos genéticamente modificados. Una vez que se genera un organismo genéticamente modificado se introducen cambios que van a ser transmitidos a la descendencia y que de alguna manera modifica la constitución y fisiología de ese organismo. Hoy día hay más incidencia de enfermedades como la celiaquía, las enfermedades alérgicas intestinales y las intolerancias, porque cuando se introducen nuevos genes en los cultivos, estos cereales van a manifestar o expresar proteínas nuevas que nuestro organismo no conocía previamente. A partir de ahí entonces se incrementa la posibilidad de ocurrencia de enfermedades alérgicas y enfermedades autoinmunes.
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