Un 3 de diciembre diferente!!
Hoy no hay motivos para festejar.
Agobiados, tristes, preocupados, agotados física y mentalmente, con muchísima incertidumbre, así nos encontramos.
Hemos perdido, en esta batalla, a muchísimos colegas, compañeros de trabajo, seres queridos, pacientes…
Sentimos un fuerte alivio, una gran alegría, cuando luego de 15 días o más, de dedicación exclusiva, acompañamiento y contención, damos un alta médica, y felizmente compartimos esa hermosa noticia con quienes la reciben… pero esa alegría dura segundos o algunos minutos, miramos a nuestro alrededor y nuevamente nos invade la tristeza, la impotencia de no poder hacer más por esa vida que se está yendo, por esa luz que se está apagando.
Ruego que todo ésto pase pronto, y que mientras dure nos mantenga en pie y unidos, apoyándonos mutuamente.
Que el próximo 3 de diciembre nos encuentre festejando la vida, y honrando nuestra hermosa vocación.

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