PANORAMA POLÍTICO PROVINCIAL
Se espera el impacto de la segunda ola a fin de enero
El año maldito se alejó sólo en el calendario pero todo indica que los problemas que aquejaban en 2020 persistirán en 2021. Con suerte, el nuevo año arrancará a pleno en el segundo semestre. El virus golpeó al mundo y, por supuesto, a la Argentina en todos sus aspectos, en la economía, las finanzas, el empleo, la pobreza, la educación, etc., además de lo sanitario. Es un mal compartido por todas las naciones. Sin embargo, nuestro país lo siente más, porque venía de cuatro años de neoliberalismo que dejó lo económico-social por el piso.
En tanto, la segunda ola del coronavirus impactará en Entre Ríos más temprano que tarde. Algunos estiman que ese frente infeccioso, será incluso más potente y dañino que el anterior, y se viene incubando, agazapado, en el relajamiento social que se inició en noviembre, se potenció en diciembre con las recientes fiestas y tendrá en la temporada de verano su punto más álgido.
El duro golpe que ya sufre Europa, también Brasil y Chile desde hace semanas, estará pronto entre nosotros. Es inexorable. Lo debe saber Alberto Fernández; también el gobernador Gustavo Bordet. Estimaciones de sanitaristas provinciales sitúan ese aluvión de casos de Covid-19 – ¿mil por día? – para mediados de febrero. Incluso, hay quienes afirman que podría adelantarse para finales de este enero.
Hay una certeza entre autoridades provinciales, que advierten sobre un aspecto clave: Entre Ríos no podrá prevenir esta segunda ola como lo hizo con la primera. Aquel trabajo de seguimiento y aislamiento que ralentizó la propagación del virus al inicio de la pandemia es impracticable ahora. El factor turístico y gastronómico es el principal problema. Cuanto más exitosa sea la temporada de verano en islas y playas entrerrianas, más virulento será el crecimiento de casos. En verano, el turismo es el principal vector de contagio. Desde el 1 de enero Entre Ríos está abierta a recibir visitantes de todo el país.
Después de meses de paralización, la virtuosa cadena de valor de la actividad turística se puso en marcha hace apenas semanas, devolviendo su trabajo a miles de entrerrianos. No está en los planes de la Provincia volver atrás, pero existe preocupación sobre las consecuencias de esa decisión. La ocupación de camas críticas es baja, pero la mirada se posa sobre febrero.
En paralelo, en la Casa Gris se sigue con atención las señales que envían desde Nación. Alberto, Axel Kicillof y Horacio Rodríguez Larreta se reunieron preocupados por el incremento de casos en CABA y Provincia de Buenos Aires. Si la historia se repite, cuando estalla todo en el AMBA, es cuestión de tiempo para que el desastre llegue al interior del país.
Con la curva de casos positivos en ascenso en el AMBA, en Entre Ríos también crecerá. El Presidente se apresta a tomar medidas. ¿Restricciones? Sí. ¿Cuáles y de qué tenor? Se analizan por estas horas. Cerca del jefe del Estado no descartan un parate nocturno -podría ser de 22 a 6 horas-, con control de fuerzas de seguridad, para desincentivar las fiestas clandestinas. En Entre Ríos, como en todo el país, esas aglomeraciones están fuera de control.
El arranque de la campaña de vacunación, que ya recibieron parte de los agentes de la salud de Entre Ríos, es un avance concreto, pero no frenará los contagios y ni mortalidad del segundo ataque del covid. Lo que sí, ayudará a proteger la salud de quienes luchan en hospitales contra la relajación social de los que, en nombre del hastío, no entienden la magnitud y el drama de esta tragedia sanitaria y económica.
La Opinión Popular
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