El encuentro del gobernador Gustavo Bordet con legisladores, concejales e intendentes del PJ que apoyan su proyecto de reelección fue este miércoles en el camping del Sindicato de Comercio, en la zona sur de la ciudad.
“Si en momentos adversos como los que vivimos pudimos hacer todo esto, somos capaces de hacer mucho más, porque construimos los cimientos para poder hacerlo”, dijo allí Bordet.
Hasta el camping de Comercio fue todo el gabinete de Bordet, incluidos, claro, todos sus ministros.
En un mismo sector se sentaron las ministras de Salud, Sonia Velázquez; la titular de Desarrollo Social, Laura Stratta; y la ministra de Gobierno, Rosario Romero.
Otro de los asistentes al mitin fue el diputado provincial José Ángel Allende, a la vez titular de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), gremio que tiene a seis de sus dirigentes sentados en el banquillo de los acusados, bajo los cargos de coacciones agravadas, resistencia a la autoridad y amenazas.
Entre otros, están el adunto, Fabián Monzón, y la secretaria gremial, Carina Domínguez, más el exministro de Salud, Ariel de la Rosa.
Los juzgan por la batahola que ocurrió entre los días 5 y 7 de junio de 2017 en la Colonia de Salud Mental de Diamante, cuya directora, Noelia Trossero, los denunció por “aprietes” y amenazas cuando intentaron presionarla, eso dijo, para que volviera atrás con la decisión de dar de baja la suplencia de una enfermera, Yanina Migueles, a la vez delegada de UPCN.
Allende mostró su poder de fuego y su rechazo a ese juicio durante una manifestación que hizo frente a Casa de Gobierno, durante la primera semana de octubre, en la que pidió la cabeza de la ministra de Salud.
Dese entonces no se habían vuelto a ver las caras, hasta este miércoles.
-¿Cuándo nos vamos a sentar a arreglar vos y yo?preguntó Allende a la ministra Velázquez.
-No tengo nada que arreglar con vos, José -respondió la titular de Salud.
-Pero por qué no te vas a la mierda -contestó el diputado.
Entonces, intervino la ministra Romero, que corrió a Allende del centro de la escena, y le pidió serenidad.
La llegada de Allende había sido envalentonada. Saludó a todos los ministros, y cuando se encontró con Velázquez, la apuró con tono destemplado:
-Che, ¿y vos no me vas a saludar?
La piedra de toque que motivó el último encono entre Allende y Velázquez fue la decisión de la ministra de cortar dos contratos de empleados cuyos salarios pagaba el Estado pero que cumplían funciones en el sindicato UPCN.
Entonces, la beligerancia empezó a tomar ribetes escandalosos. Hace dos semanas, cuando la ministra de Salud fue a hacer entrega de una ambulancia al Hospital San Blas, de Nogoyá, territorio de Allende, el diputado provincial peronista irrumpió en el acto y vociferó sus reclamos a Velázquez.
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