La suba de este índice es la herencia más sensible del primer mandato de Cambiemos. Gane quien gane.

La primera conclusión, con el nuevo dato de 35,4% que acaba de publicar el Indec, acaso deba ser esa. Ningún presidente desde la salida de la democracia, desde Ricardo Alfonsín a Mauricio Macri, pasando por un varieté de peronistas, logró remover un gramo de ese núcleo duro de relegados sociales.

Las bajas circunstanciales, que lograron Cristina Kirchner entre el 2011 y el 2013, y el propio Macri a fines de 2017, fueron reducciones acotadas, siempre con un piso inamovible de 20/25 puntos.

Al actual Presidente le cabe el fracaso de turno y algunos extra. Primero, pareció haber subestimado el tema, poniéndolo como un eslogan de concreción imposible: pobreza cero. Y luego, también con lógica de campaña, sobrevendiendo el mejor dato de su gestión: fue aquel 28 de marzo, cuando anunció que la pobreza había bajado en el segundo semestre de 2017 a 25,7%.

Entonces pidió ser juzgado por el combate a este flagelo. Las estadísticas que se conocieron este lunes, hablan por sí solas. Las cifras, cuando termine el mandato de Cambiemos, el 10 de diciembre próximo, se presume serán peores.

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