Cuando se fundó el PRO había un grupo de personas con ideales y con independencia federal. Armamos toda la Provincia con cero recursos y todo solventado de nuestros bolsillos, creamos de la nada un espacio nuevo y que se enfrentó con valentía a las caducas estructuras despóticas y corruptas de Entre Rios, y tuvimos varias peleas bravas hasta que depuramos bastante el partido y seguimos adelante cada vez mejor, con buenos y malos resultados, algunos producidos por que Macri no se presentó y dejó a todo el partido sin presidente en el medio de la campaña, hasta que a raíz de esas idas y vueltas Frigerio se metió a dirigir como si fuera el dueño del mismo, y con eso solo consiguió rodearse de aplaudidores y oportunistas que a todo lo aceptaban por conveniencia personal. Frigerio echó sin miramientos a lo mejor de la dirigencia original, y aunque no eramos ninguna maravilla, eramos independientes, federalistas y muy audaces. Así fue como al ganar las elecciones del 2015 Frigerio dijo textualmente a los personajes a los que eligió : Acá se va a hacer lo que yo diga y al que no le guste se va por esa puerta ahora mismo. (Al que estuvo en esa reunión esas palabras aún le deben resonar). Si yo hubiera estado ahí o cualquiera de los fundadores que comenzamos esa gran patriada a pulmón, lo mas probable es que le hubiéramos revoleado una silla por la cabeza porque no aceptamos unitarios en la tierra de Urquiza que nos vengan a decir como hacer las cosas. La cuestión es que los porteños además de regalarle nuestro inmenso y desmerecido esfuerzo al Radicalismo (que nos odia) al destruir la democracia interna partidaria debilitó al partido convirtiéndolo en una cueva de obsecuentes y narcotraficantes procesados. Además hubo personajes singulares que se apoderaron de la cúpula y maltrataron a todo el mundo con una soberbia repulsiva, y que ,( me consta), acudieron a cualquier porquería para perjudicar a posibles contrincantes u opositores en lo interno, privilegiando su postura personal a las necesidades del partido. Afortunadamente esa gente que se creía «iluminada» quedó afuera con este terrorífico resultado. El peronismo se hace otra vez del poder en la provincia y no creo que las causas judiciales que embarran a toda la cúpula de esa runfla de ladrones tengan otro destino mas que el archivo. Lo único que puede salvar al país de ser Venezuela es que ante el terror de su destino la gente vote a Cambiemos, no por sus logros sino por miedo a una tiranía. Si quieren un PRO fuerte hay que repudiar la intervención unitaria y llamar a internas libres para fundar de nuevo a ese gran intento de salvar la patria, que primero se llamó Compromiso para el Cambio, y luego PRO.
Foto y Letra: Ricardo Mathé.
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