LA INTENDENTE CASTAGNINO NIEGA PUNTOS DE HIDRATACIÓN EN LOS CARNAVALES Y OBLIGA A LOS VECINOS A CARGAR BIDONES DE AGUA

A pesar del pedido del bloque Progreso Cívico Vecinal para instalar puntos de hidratación en los carnavales, la intendente Castagnino se negó y respondió que solo se permitirá el ingreso de botellas de agua cerradas (mineral o de mesa). Esta decisión excluye el agua potable que el mismo municipio potabiliza y distribuye, y obliga a los asistentes a trasladar botellas o bidones de hasta 3 litros si no quieren sufrir las consecuencias del calor y la deshidratación.

Se trata de una medida arbitraria y absurda que no solo atenta contra la salud de los vecinos, sino que además no tiene ninguna justificación razonable. En cualquier evento masivo de Argentina se habilitan canillas o estaciones de hidratación gratuitas, pero en este caso, Castagnino prefiere negar un derecho básico y empujar a la gente a comprar agua embotellada.

La negativa es aún más grave si se tiene en cuenta que cientos de personas ingresan al circuito en condiciones deplorables, en evidente estado de ebriedad y/o bajo efectos de estupefacientes, lo que incrementa exponencialmente los riesgos sanitarios y de seguridad. En lugar de prevenir descompensaciones y urgencias médicas, se opta por una restricción injustificada y peligrosa.

La solución es simple: instalar una canilla o un punto de hidratación como ocurre en cualquier evento público. No habilitarlo es una muestra de insensibilidad, incapacidad y negligencia por parte de la intendente. El acceso al agua no puede ser un privilegio para quienes pueden comprarla embotellada, sino un derecho básico que debe garantizarse sin excusas.

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