*Escándalo en Victoria: Licitación del Corso Revela Favores a Privados y Conflictos de Interés*
La licitación del corso en Victoria se ha convertido en el centro de un escándalo que combina irregularidades, sospechas de favoritismo y pérdidas para las arcas municipales. Mientras el municipio cede la organización del evento a un privado por un canon que no cubre los gastos mínimos, sigue siendo responsable de entregar el predio listo, contratar 300 artistas y asumir los costos de recursos humanos, proyectando pérdidas aún mayores que los 50 millones de pesos gastados en 2024 por la gestión de Castagnino.
A estas irregularidades se suma la incorporación al predio de un bar propiedad de un exsocio de Gustavo Cusinato, lo que ha desatado sospechas de acuerdos que benefician a un reducido grupo de prestadores, entre ellos parientes directos de la intendente. Pero el caso más polémico involucra a un empleado municipal que no solo figura como contratado del evento, sino que también es hermano de un integrante de la comisión organizadora. Este empleado, que durante ocho años trabajó junto a Laura Stratta en la provincia, ocupa ahora un lugar en los «tres lados del mostrador»: como asesor externo de la comisión, como titular de una expresión artística a través de un pariente directo y como empleado del municipio. Esta evidente superposición de roles representa un claro conflicto de interés y un incumplimiento normativo que ha generado indignación.
Estas denuncias no solo afectan la credibilidad de la gestión, sino que también ponen en evidencia la falta de controles internos y de transparencia en el manejo de los recursos públicos. La ciudadanía exige explicaciones claras sobre estos vínculos, la adjudicación de contratos y el destino de los fondos municipales, ya que este esquema parece diseñado para beneficiar a unos pocos en detrimento de la comunidad.
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